Cuando se trata de construir una Cultura de Diversidad, cada palabra Cuenta

Las palabras no son solo palabras, crean realidades. Los que leemos y miramos todos los días, no son sólo contenidos que pasan por nuestras vidas sin un significado, por el contrario pueden transformar una realidad o pueden sostenerla.

De forma habitual y muchas veces de manera sutil, usamos un lenguaje que contiene sesgos de género.

Existe una interfaz entre el lenguaje y los pensamientos (cognición) que sostiene o deconstruye sesgos (de género) presentes en nosotro/as de manera habitual.

Hoy sabemos que la forma en la que se redactan los avisos de empleo tienen impacto en reducir o reproducir sesgos de género implícitos en roles de trabajo. Esto mismo sucede por ejemplo en las valoraciones sobre la performance de una mujer, investigaciones sostienen que el atributo firmeza en una mujer es concebido como frialdad o que ser determinada es concebida como mandona, esos mismos atributos en un hombre son concebidos como una gran capacidad de decisión y negociación.

A través del lenguaje se filtran ciertas expectativas sobre cómo deben ser los hombres y las mujeres y en qué se diferencian, pensemos en las palabras "negociador", "persuasivo", "competitivo", casi siempre son usadas para describir a los hombres o revisemos las redacciones de ofertas de trabajo que vemos todos los días donde encontramos frecuentemente "programador", "recepcionista", "azafata", "secretaria", "gerente".

Esta codificación lingüística de género que se muestra en los anuncios de empleo, las investigaciones han demostrado que desaniman a las mujeres a solicitar empleos que se anuncian con un lenguaje codificado en masculino y es parte de un círculo vicioso más amplio de sesgo de género que frena la igualdad en elutrabajo.

Queremos contribuir a hackear esto ayudando a las personas a hacer una revisión rápida y efectiva de sus avisos de empleos. Un granito de arena al desafío de equilibrio de género en LATAM y la cultura de la diversidad en las organizaciones